Es una de las bandas más consecuentes y convocantes del rock boliviano. Desde Sucre, La Chiva nos cuenta detalles sobre Signos vitales, el poderoso y extenso álbum que acaban de lanzar.
- ¿Cómo han encontrado la manera para "poder seguir fuertes" después de todos estos años?
- Son varias cosas. Llevamos casi 20 años tocando, de los cuales no ha habido un año que no hayamos pisado un escenario; hasta en los días de pandemia hemos seguido tocando. Creo que eso nos mantiene vivos, las ganas de seguir aprendiendo, de seguir explorando, la amistad y nuestro amor por la música. Nos gusta estar creando y proponiendo, creemos que eso también es fundamental: siempre tenemos algo pendiente por hacer.
- En los créditos de este nuevo álbum se observa que la autoría recae en varios músicos de la banda, ¿cómo fue el proceso creativo de los temas?
- Todo empieza con la inquietud de querer hacer un nuevo disco. Y desde el inicio la idea del proyecto era que esté hecho totalmente por nosotros, ese era nuestro objetivo firme a cumplir. Decidimos comprar una interface de 18 canales y empezamos a grabarnos algunas sesiones. Necesitábamos canciones y empezamos a buscarlas.
"Signos vitales", "Ánima", "Fuego" y “Florezcamos” fueron compuestas en los ensayos en casa de Sergio, mucho antes de que inicien los días de confinamiento. Chivo ya tenía algunas maquetas, canciones que grabó en 2016 como; "Intuye", "Savia" y "Mar de nubes", a las que empezamos a aumentarles arreglos.
En marzo y abril Chivo trabajó las primeras 16 maquetas y empezó a crear las primeras canciones del nuevo disco, todas hechas en su casa con baterías armadas en Logic, líneas de bajos, synths, guitarras bases y solos de guitarra, samplers, percusiones, voces y coros ya estaban maquetados. En este proceso de armado de maquetas Nacho es el que más feedback tuvo con Chivo. Así fueron surgiendo, con intercambio de ideas y audios, las maquetas de las canciones "Caminantes", "Luciérnagas", "Halo" y "El viaje" por ejemplo.
De septiembre a noviembre completamos este trabajo sumando arreglos. Agregamos baterías tocadas por Hans, voces con letras finales de Chivo, bajos de Sergio, synths y samplers a cargo de Nacho. Sumamos sonidos y fragmentos de audios de Arturo Salva.
A último momento sumamos las canciones "Andes" y "Otro aliento". Nuestra maqueta final contenía ya las 18 canciones, todo hecho en Logic, así que ya estaba más madura la idea del disco.
- ¿Cómo se sienten como banda actualmente?
- Nos sentimos felices y motivados de poder seguir haciendo lo que más nos llena en la vida. Nos une la amistad y el cariño a la música y otras artes, nos sentimos fuertes y con ganas ya de hacer otro disco.
- La paleta sonora se ha ampliado, el disco es muy ecléctico, ¿qué ha influido para lograr esa variedad de sonido?
- Sí, es algo que ya viene sucediendo desde el disco A mil años blues de 2010, y se hace más notorio en El museo de los niños muertos de 2017. Viene dándose de manera natural pues vamos creciendo en la vida de la mano de nuestra obra, muy motivados por tanta música genial que existe, que nos mueve e inspira. Nos gustan muchas cosas y seguro que no bastaría una sola vida para poder seguir hurgueteando nuestras cabezas, explorando sonidos, textos, etc.
- Cuéntanos algunos detalles técnicos de la grabación del disco
- El disco fue grabado por So Myung Jung, en Sucre y en Yotala del 10 al 20 de diciembre de 2020 en la casa del Teatro de Los Andes. Cada canción tuvo un tratamiento técnico minucioso. Ejecutábamos mínimo tres vueltas por canción, tocando todos juntos, en bloque y en vivo, algunas canciones fueron grabadas en dos o tres partes.
Percusiones, violines, trompeta y trombón también fueron grabados en Teatro de Los Andes. Ya de vuelta a Sucre, So Myung se quedó unos días a vivir en casa de Sergio, grabamos durante varias sesiones lo que faltaba, como voces finales, guitarras acústicas, synths y acordeón. Luego fueron meses de mezcla, edición y corrección. Hay canciones en las que los bajos fueron corregidos, guitarras y synths de apoyo que fueron agregados por So Myung.
Los músicos invitados son Daniel Romero en Trompeta, Abel Rodríguez en Trombón, Ana Michel en Acordeón y Arpad Debreczeni enViolín. Los arreglos de violín pertenecen a Arpad Debreczeni y los arreglos de trompeta y trombón son de Daniel Romero.
Ya en 2022 tuvimos la mezcla finalizada por So y la llevamos a Marcelo Navía, que se prendió de una al proyecto e hizo el tratamiento de master para vinilo, cd y plataformas en su estudio Lado B Mastering.
- ¿Habrá presentaciones en vivo de Signos vitales?
- Sí, en este momento nos encontramos ya ensayando las 18 canciones, preparando lo escénico y agendando las fechas para poder hacer una gira por varias ciudades de Bolivia. Esperamos también salir a tocar fuera del país.
La Chiva es:
Gonzalo Pardo - Guitarras y voces
Sergio Carrasco - Bajo
Ignacio Rocha - Percusión y Synths
Hans Carmona - Batería
Fotos: Grabación, Arturo Salva | Banda, Álvaro Mariscal
Arte de tapa: Hassam Rabaj Briceño
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