17 ago 20223 Min. de lectura

Nuevos aires

La quenista potosina Carla Derpic lleva la música boliviana a los escenarios de Europa, propicia encuentros de músicos europeos y bolivianos, y deja huella con charlas y grabaciones. Desde Suiza, le cuenta a La Trini sobre su gran momento musical.

- ¿Cómo se dio la posibilidad de una gira de conciertos por Europa?

- En realidad, los motivos principales que me llevaron a Europa en esta oportunidad fueron extra musicales, sin embargo, en cuanto se confirmó este viaje empecé a contactar a personas que pudieran colaborarme con la organización de conciertos y/o dándome referencia de espacios culturales y músicos que puedan acompañarme.

Es así que pude dar dos conciertos en Suiza y participar de un festival de música folklórica en Bélgica junto a Gabo Guzmán, dar un concierto con [el guitarrista] Darko Horvat y una charla sobre la quena y la música boliviana en Croacia, y participar del encuentro anual de música boliviana del grupo Sagárnaga en Francia.

Adicionalmente, en Suiza, se dio la posibilidad de dar clases de quena, participar como música invitada en un concierto de Kutimuy, un conjunto conformado por latinoamericanxs en Ginebra que toca música boliviana, participar conjuntamente con Raúl Chacón en una actividad cultural organizada para el 6 de agosto por la comunidad boliviana en Ginebra y, finalmente, hacer grabaciones con una gran charanguista suiza, Nina Dimitri y el quenista, también suizo, Yves Cerf.

- ¿Qué respuesta encontraste a tu música en la gira?

- Yo creo que ha sido muy buena. He encontrado gente que estaba muy familiarizada con la quena y la música boliviana, así como otra que no conocía nada; sin embargo, en ambos casos, la gente se ha ido feliz con la música que ha escuchado. Igual, el generar curiosidad en torno a la quena es algo que he visto en muchas personas, lo cual me parece interesante. Por otro lado, a partir de las actividades realizadas durante este tiempo, se han ido dando nuevas oportunidades para proyectos en corto y mediano plazo, lo cual me deja muy contenta.

- Un instrumento como la quena está asociado, y muchas veces reducido, al lenguaje del folklore tradicional. ¿Cómo encaras el estudio y repertorio para tu instrumento en la actualidad?

- Es verdad. Yo creo que el ser parte de proyectos que vienen de diferentes corrientes musicales ha cambiado mi relación con este instrumento. Primero, porque antes no encontraba otro espacio para mi quena que no estuviera dentro de la música boliviana. Luego porque a partir de mi acercamiento a la música contemporánea, sobre todo, empecé a explorar y entender más sobre la quena y la infinidad de posibilidades sonoras con las que cuenta. Seguro que este giro ha supuesto un cambio en mis ensayos y estudio del instrumento, así como también en la manera de enseñar a tocar la quena.

En cuanto al repertorio, cada proyecto del cual formo parte en la actualidad tiene una línea definida. Con Ceviche Mixto tocamos música popular latinoamericana compuesta por nosotros; en mi proyecto personal trabajo un repertorio de música folklórica boliviana casi en su totalidad, incluyendo composiciones propias; y con el Ensamble Maleza hacemos música contemporánea. Sin embargo, creo que los recursos interpretativos y de ejecución que ahora están a mi alcance son diferentes e, independientemente del proyecto del cual estemos hablando, estos se han ido nutriendo entre sí.

- ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?

- Con un amigo músico ganamos un fondo cultural para la grabación de unos temas para aerófonos andinos y sintetizadores que debemos acabar hasta octubre. Con el Ensamble Maleza tenemos que montar y estrenar unas obras compuestas por compositorxs bolivianxs y peruanxs. Y con Ceviche Mixto tenemos que grabar las últimas canciones pendientes del LP.