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Foto del escritorvadik barron

Música en Bolivia: iniciativa, creatividad y resiliencia

Invitamos a varias personalidades con diversos gustos musicales que, por oficio y pasión, nos ofrecen su mirada acerca de los 12 discos bolivianos más trascendentes de los últimos años. Es un juego divertido y desafiante, que yo mismo me atreví a jugar. Coincidencias y discrepancias aparte, es una invitación a escuchar un alud de buena música nacida en estas tierras.

Hacer discos en Bolivia nunca ha sido fácil. Teníamos todo en contra: ausencia de sellos discográficos, nulo peso específico en la escena internacional, precariedad en equipos de registro, post-producción e instrumentos musicales, escasas instancias de formación musical y mercado laboral reducido, bajos ingresos en la generalidad de un público para el que el disco fue, durante años, un artículo de lujo... Sin embargo, poco a poco, y manifestando una enorme capacidad de iniciativa, creatividad y resiliencia, los músicos bolivianos han logrado construir una escena, profesionalizarse y –cómo no– lanzar discos. No nos engañemos: aquí casi todos somos emergentes e independientes por muchos años en el ruedo o likes en redes que tengamos, y nuestra proclividad a la falta de memoria –en todos los contextos– no ayuda, así que hay que empezar de cero, una y otra vez.


Con todo, y en un contexto en el que los artistas se hacen cargo de todas las instancias de la producción (composición, arreglos, producción, grabación, mezcla, masterización, diseño gráfico, promoción, etc.), el público boliviano se ha estado habituando a lanzamientos regulares (en el tiempo) de música nacional en distintos géneros.


Un aspecto a considerar dentro de la música de mayor difusión producida en Bolivia popular – cumbia, folklore, rock, pop, hip-hop; y en menor medida, jazz y subgéneros del rock–, es que, como bien apunta Joss Barrios, ingeniera de sonido, “las producciones se mueven bajo la lógica de los sencillos”, es decir singles, temas sueltos, o EP (Edited Play, disco de corta duración que suele tener entre cuatro y seis canciones) antes que álbumes. En el folklore, excepto algunas agrupaciones con trayectoria extensa (como Kalamarka o Los Kjarkas) que todavía lanzaron álbumes en el lapso que nos ocupa, los artistas son propensos al single, y se dedicaron a lanzar temas que les permita rotación en radio, y más enfáticamente, videoclips en redes sociales. El video y las redes son decididamente el formato y el espacio al que mudó la difusión musical.


En el rock, uno de los géneros con mayor cantidad de lanzamientos, hay pocos artistas, como Grillo Villegas, Rantés o La Chiva que se esfuerzan por crear una obra sólida y lanzar álbumes periódicamente, aunque ya no con la regularidad de años previos. Un caso aparte, por lo peculiarmente prolífico y autorreferente, es la obra de José Carlos Auza, que con varios proyectos y alias (Enfant, Taqi Onqoy, Dúo González Domínguez, etc.) y con un sello, El Otro Baile, tiene un récord en cantidad de lanzamientos. Por lo demás, las nuevas bandas han apostado al EP, en algunos casos por temas relacionados a los costos de producción, en otros en atención a la forma en que el público consume la música en estos días, y en otros porque, simplemente, no han conseguido producir más material.


Y eso nos lleva al consumo del público. Más allá de los funestos efectos de la pandemia para el sector cultural en particular, en general, la subsecuente recesión ha afectado los presupuestos institucionales y todos sabemos que, si hay recorte, lo primero que se recorta es el –ya de por sí recortado– presupuesto de cultura. Y, por supuesto, que el público también ve afectada su capacidad de consumo cultural con la consiguiente, y progresiva desde hace unos años, caída de la producción y ventas de cd. Al respecto, es muy interesante ver este reporte realizado por Sonidos de Acá para observar las tendencias en el streaming boliviano.


“Discos que todos deberíamos conocer y escuchar”

Pato Peters, (periodista musical, director de Sonidos de Acá)


“Pensar en 12 discos bolivianos parecía una tarea fácil. Con varios ya instalados en mi cabeza, al ir anotando uno aparecía otro, y luego otro y de ahí me acordaba de otro más. Reducir la discografía nacional a una docena de títulos no ha sido nada sencillo, con al menos 50 discos –de los últimos 12 años– que terminé considerando. Espero no haberme olvidado de ninguno en esa preselección y acá están 12 discos que –creo– todos deberíamos conocer y escuchar”.

Canela Palacios - Sur (2020)

La Luz Mandarina - Paliza (2016)

Taki Ongoy - La mala suerte (2017)

Ra Beat - Panacea (2021)

Camarú - Vino galáctico (2020)

Oz - Cronoz (2016)

Enfant - Elipsism (2017)

Mammut - Barbarie (2014)

La Chiva - El museo de los niños muertos (2017)

Efecto Mandarina - Ningún vals (2014)

Vadik Barrón - Efectos personales (2014)

David Lemaitre - Latitude (2013)


“Las producciones se mueven bajo la lógica de los sencillos”

Joss Barrios Palacios (ingeniera de sonido, Pro Audio S.R.L.)


“El valor de un disco radica en el trabajo musical y en el trabajo sonoro, así como en la forma que tiene la música de conectar con los oyentes, es el resultado de un arduo proceso, por lo que es difícil definir cuál es mejor o peor, cada uno tiene su magia. Qué difícil además curar una lista de discos en un tiempo donde las producciones se mueven bajo la lógica de los sencillos, pero, ¡reto aceptado!, aquí van mis 12 recomendaciones de discos de los últimos 12 años, sin un orden específico:”


Luzmila Carpio - Oratorio Andino Amazónico (2013)

Rantés - Egocentro (2013)

García-Orihuela - Útera (2014)

Aviónica - Electricidad (2016)

Marcos Tabera - El inmortal (2015)

Pepelo - Cottage (2021)

Oz - Cronoz (2016)

Deszaire - Eterno (2016)

Ciudad Líquida - El gran jardín (2012)

Mammut - Errante (2017)

Electroshock - Electroshock (2011)

Sobrevigencia – Los Sobres (2021)


“El ámbito subjetivo, es el que determina nuestros gustos”

Julio Mariscal (músico y psicólogo, integra Experimento Ayahuasca y es parte de la comunidad K'oanzani)


“El arte nos llama, nos convoca, nos conmueve, pero no a todos por igual. El aspecto subjetivo del arte es, tal vez, lo que hace que lo sintamos tan nuestro. Si bien en la música podemos considerar aspectos como la composición, la letra, la interpretación, los arreglos, la producción, el sonido mismo o la influencia del disco, al final siempre el ámbito subjetivo, es el que determina nuestros gustos. Dicho esto, a continuación, les presento 12 discos de los 12 últimos años. Si bien se han considerado todos los aspectos anteriormente mencionados, esta lista trata de ser objetiva, pero no lo es”.


Quimbando - Amanecer en menor (2012)

La Chiva - El museo de los niños muertos (2017)

Ciudad Líquida - El gran jardín (2012)

La Logia - Una herramienta llamada miedo (2015)

Taqi Ongoy - El otro baile (2012)

Aymuray - Aymuray (2016)

Mellizos Gonzales - Los compañeros (2015)

Canela Palacios - Sur (2020)

Alandino - Deconstruarte (2020)

Willy Claure - Cuecas para no bailar (2015)

Sajra - Demente abierta (2022)

Ovejas negras de Tupiza - Revolución mental (2020)



“Muchísima música interesante no se amalgamó en proyectos particulares o en álbumes concretos”

Giovanni Bello, historiador y escritor


“Si corresponde justificar una selección tan naturalmente tendenciosa como esta, cabe aclarar que muchísima música que considero interesante de la producida en estos últimos 12 años en Bolivia no se amalgamó en proyectos particulares o en álbumes concretos, lo que inevitablemente le otorga mayor peso en la lista a algunos géneros como el indie y la música popular fusión. En cambio, escenas enteras que me parecen interesantísimas como la del trap, la fusión salay-cumbia sureña, el punk de nueva generación (QTI, Rabia, Flojera Masiva) o proyectos que me parecen interesantes en mayor o menor grado como Visiones, Challenger, Daniel Abud o Retrovisor, no están presentes. Por otro lado, en esta lista dejé de lado discos de artistas o bandas muy importantes que, a mi parecer, grabaron sus mejores obras antes del periodo señalado. Casos obvios serían los de Luzmila Carpio o Matilde Casazola, pero también otros radicalmente distintos como el de Gato Diablo o incluso Charango que, si bien grabó su Radio insecto en 2010, percibo que corresponden más a un periodo previo que al que nos convoca. Mientras tanto, incluí discos de artistas más o menos consagrados, que, sin embargo, resaltan por su frescura, son los casos de David Portillo y el Grillo Villegas. Me duele haber dejado fuera proyectos u obras solistas que me gustan o que alguna vez me gustaron mucho como Caja Negra, Ionse, Calaweras, En Árbol Difunto o Amantes Secretos y también a Elysia Crampton, que no es estrictamente boliviana pero que definitivamente ameritaría figurar acá”.

Parafonista / Elvira Espejo - Thakhi-La senda (2011)

Taki Ongoy - Asilo (2011)

Gusano - Self-Implotion (2012)

Christian Aillón - Aya kuti (2013)

Mellizos Gonzales - Los compañeros (2015)

La Luz Mandarina - Paliza (2016)

Grillo Villegas - Yo es otro (2017)

Funeral - Privacidad (2018)

David Portillo - Misterio y piedra (2019)

Últimos Glaciares - Últimos Glaciares (2019)

Ovejas Negras de Tupiza - Revolución mental (2020)

Canela Palacios - Sur (2021)



“La cumbia se sofistica, la chicha se consolida”

José María Mendoza Manjón, melómano


José María Mendoza, conocido como Jota, es un melómano, como el mismo se define, con un particular trabajo en el estudio de la cumbia como un fenómeno cultural y social. He aquí una lista que nos ayuda a tener un panorama de un género omnipresente en las radios, mercados, minibuses y fiestas públicas y privadas del país que, sin consulta previa, es sinónimo obligado de alegría. Pero hay que decir alegamos ignorancia respecto a su dinámica estética y laboral.

José María evalúa el lapso aquí considerado: “No es fácil pensar en discos, porque a partir de la imposición de los nuevos formatos de difusión de música casi se han obviado los álbumes, se graban EP o singles. Veneno inaugura una nueva época en la cual se sofistican las formas musicales de la cumbia, y desde ahí se ha ido desarrollando por ejemplo Más y Más, que incorpora bronces, de allí se desprende Sabor, Sabor e Histeria y bueno, están los Eclipse, de Sucre, que son de la vieja guardia pero con propuestas nuevas que han pegado dentro de la movida cumbiera. Las demás bandas Trampa, Sin Ley, Mulata, La Pura Sabrosura y Malasia son la consolidación de este nuevo estilo de cumbia chicha pero más sofisticada y con formato de bailarines, bronces, etc. que han tenido su impacto en la movida popular boliviana”.


Veneno - Veneno (2012)

Los Caral - Cumbia bonita (2020)

Los Más y Más - El grupo más cumbiero de Bolivia (2012)

Sabor Sabor - Lloré por ti (2019)

Histeria - Amor vuelve (EP, 2019)

Eclipse - Amor de contrabando (2015)

Los Trampa - Te quiero dar amor (EP, 2021)

Sin Ley - Rebailable (2021)

Irreversible - Irreversible (2015)

Mulata - Mulata tropical (2019)

La Pura Sabrosura - Juegas conmigo (EP, 2020)

Malasia - Amor y odio en el Desaguadero (2020)


La canción, compañera

Vadik Barron, músico, escritor, director de La Trini


Creo que el criterio que impera a la hora de fijar en la memoria y en el alma un disco es el de la consistencia de la canción. Ese engendro de palabras y sonidos que, más allá del revestimiento sonoro, de las búsquedas en producción, de la solidez del ensamble, logra revelar su identidad y es firma de su autor o autora.

Así, me dejé llevar, para este recuento, por discos que entre los de tantos artistas, reafirman un tratamiento profundo de las letras y tallan tonadas que tarareas en casa. Estos son, para mí, ante todo, discos de grandes canciones originales. La excepción a este criterio serían el disco de exploración jazzística del saxofonista Roberto Morales (arropado por grandes instrumentistas), y el de Entre Cuerdas (dream team ocasional formado por Oscar García, David Portillo, Tere Morales y Gabo Guzmán) que se atreve a reversionar repertorio de dos de los cantautores más celebrados e interpretados de Bolivia: Matilde y Jechu. Música que se sostiene sola, sin explicaciones.


Quimbando - Amanecer en menor (2012)

Cristian Aillón - Aya kuti (2013)

Canela Palacios - Sur (2020)

La Luz Mandarina - Paliza (2016)

Entre Cuerdas - Tributo a Matilde Casazola y Jechu Durán (2014)

La Chiva - El museo de los niños perdidos (2017)

Mayra González - Árbol de vida (2017)

David Lemaitre - Latitude (2013)

Roberto Morales - Viscarra (2016)

Mao Khan - Mao Khan (2018)

Luzmila Carpio - Yuyay jap’ina Tapes (2013)

Mellizos González - Los compañeros (2015)



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