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Foto del escritorvadik barron

La ciudad del futuro

Joaquín Cuevas y Alejandro Barrientos, los creadores de la novela gráfica Altopía (El Cuervo, 2022), el hit de la FIL La Paz, nos cuentan detalles sobre el proceso creativo, los desafíos y alcances del género en Bolivia y el futuro de esta saga.


- ¿Cómo fue el proceso creativo de Altopía?

- Joaquín Cuevas: La mayor parte del proceso fue una especie de diálogo entre Alejandro y yo. Nos conocemos hace muchos años y hemos trabajado en otros proyectos juntos, así que la elaboración de esta obra fue fluida y divertida, con mucho respeto y admiración de cada uno por el trabajo del otro, pero también con aportes de un lado al otro.


- Alejandro Barrientos: Altopía surge como un proyecto de cortometraje audiovisual de ciencia ficción entre 2003 y 2004. Debido a las limitaciones técnicas, económicas y otras condiciones para la post-producción, este proyecto audiovisual quedó simplemente en eso. La idea principal estuvo inspirada en el lema que se podía leer en una pasarela ubicada al ingreso a la Ceja: “El Alto, la ciudad del futuro”. Con este detonante, y debido a los acontecimientos políticos de 2003, especialmente la denominada Guerra del Gas, que tuvo como epicentro la urbe alteña, comenzamos a preguntarnos cómo imaginar El Alto 50 años en el futuro. Para que no sea simplemente un ejercicio reflexivo, hicimos entrevistas al azar en el centro comercial más importante de estas tierras: la feria 16 de julio. Con cierta inspiración en la Historia del Futuro, un libro genial de Pablo Francescutti (2003), y explorando en lo que podría ser una Antropología del Futuro, la idea fue tomando forma no sólo como un ejercicio especulativo, sino como una exploración en los imaginarios urbanos, los deseos y las expectativas de una sociedad abigarrada, chola y periférica en el sistema-mundo. Por eso afirmamos que la ciudad del futuro es el espejo de nuestros sueños.


En todo caso, no sólo se trata de imaginar el futuro, sino de entenderlo como devenir. Los fenómenos sociales son cíclicos, funcionan en cierto sentido de espirales, es decir, ciertos sucesos que se van repitiendo y mutando. En la era de la llamada posmodernidad, el remake, el rehacer, el repetir, el revival, el pastiche, la nostalgia y el volver a vivir, parecieran ser el sustento estético de una nueva época. Altopía, de alguna manera, es una búsqueda en aquello que emerge de ese proceso de repetición y mutación. La utopía de la ciudad del futuro, al mismo tiempo, se sitúa en un escenario mundial marcado por pandemias, guerras nucleares, inestabilidad financiera, cambio climático, expansiones imperiales. Un escenario distópico en el que los lugares periféricos, satelitales del sistema-mundo, terminan sacando ventaja de aquellas condiciones de crisis mundial.


- ¿Cómo es producir un trabajo de esta magnitud en colaboración? ¿Quiénes más participan y de qué manera?

- J.C.: Producir algo de esta magnitud es un esfuerzo grande. Al inicio nos ayudó el encierro por la pandemia y luego la motivación de que lo poco publicado hasta ese momento estaba teniendo muy buena recepción. En un punto nos dimos cuenta de que algo tan grande necesitaba más manos para que se pueda concretar en un tiempo razonable y también para recibir otras perspectivas y aportes de estilo. Todos acá estamos aprendiendo, así que siempre es enriquecedor recibir el aporte de otros profesionales del área.


Al inicio invitamos a Adriana García, ilustradora que admiramos y que veníamos siguiendo desde principios del 2020, para que aporte con su estilo y visión a los dos capítulos relacionados al personaje de Shaolín y después invitamos a Salvador Pomar para que nos ayude con su excelente trabajo con el color en la escena de la fiesta. Ya cuando faltaba poco para la FIL invitamos a Miguel Mealla, colega dibujante con el que hemos trabajado en un montón de proyectos, al igual que con Salvador, para que nos ayude a terminar los dibujos del capítulo final. También pedí ayuda en el grupo de WhatsApp de la ABCH (Asociación Boliviana de Creadores de Historieta) para la parte del color en el capítulo final y fue muy grato que una artista joven tan buena como Aymara Peralta acudiera al llamado. Su aporte fue fundamental para llegar a tiempo para la FIL.


Por esos días cercanos a la FIL también surgió la oportunidad de hacer otro cómic que es parte del universo de Altopía llamadoDatachiri 2.0. En ese cómic es que tiene más protagonismo el trabajo de Miguel y de Aymara. Pronto estará disponible para su lectura gratuita en Gokongo.co

“…explorando en lo que podría ser una Antropología del Futuro, la idea fue tomando forma no sólo como un ejercicio especulativo, sino como una exploración en los imaginarios urbanos, los deseos y las expectativas de una sociedad abigarrada, chola y periférica en el sistema-mundo. Por eso afirmamos que la ciudad del futuro es el espejo de nuestros sueños.”

- Vienes trabajando hace años en la difusión y desarrollo de la ilustración, la animación y el cómic en Bolivia, ¿cómo ves el ámbito profesional de estas expresiones actualmente?

- J.C.: En estos años, los tres medios que mencionas han tenido ya varios altos y bajos. Este es el momento del cómic. Con seguridad ha sido el año con más páginas de cómic publicadas en Bolivia. Hay tres camadas vigentes de autores con publicaciones en esta feria y se están desarrollando proyectos ambiciosos que seguramente han recibido una inyección de motivación con el éxito de Altopía, Musquy y otras publicaciones lanzadas en la FIL.


Tal vez este no es un muy buen momento para la animación, tal vez por la ausencia de profesionales complementarios a la animación misma (productores, guionistas, etc.) pero seguramente tendrá un repunte pronto, también gracias a los esfuerzos de varios colegas que lo están promoviendo.


La ilustración tal vez es el medio más saludable de los tres que mencionas. No es tan difícil dedicarse a la ilustración como lo es en las otras dos, así que hay muchxs nuevxs ilustradorxs haciendo cosas interesantes y con mucha llegada en redes sociales.


- Altopía fue el libro más exitoso de la FIL La Paz 2022. ¿Cómo evalúas este momento?

- J.C.: Es un momento de mucha felicidad. Es la cosecha de un esfuerzo inmenso y también es el inicio de una etapa nueva en mi vida. A partir de ahora puedo dar pasos con más seguridad en el campo que me apasiona. También me entusiasma que las editoriales van a promover con más seriedad sus proyectos de cómic para la próxima FIL y los autores, espero, van a ver la importancia de trabajar con una editorial para dedicar más tiempo al aspecto creativo de sus obras.


- A.B.: Para nosotros, el que Altopía se haya publicado en una versión física, full color, de fino acabado, con el respaldo de la editorial El Cuervo, de hecho, supuso un logro; más aún el que se haya presentado en la Feria Internacional del Libro de La Paz como la primera novela gráfica de esta casa editorial. Entonces, conocer que esta primera entrega de Altopía terminó como el best-seller de la FIL La Paz 2022, además de la grata sorpresa, es una maravillosa dosis de aliento y combustible. No se trata de que la continuidad de nuestro trabajo dependiera de su éxito comercial, o no, sino que, como bien sabemos, en esta época de capitalismo tardío e imágenes electrónicas, con un público acostumbrado a la instantaneidad, lo más difícil resulta que la gente destine un tiempo para leerte con calma y en detalle.


- ¿Cuál es próximo paso de Altopía?, ¿están trabajando en otros proyectos?

- J.C.: El próximo paso es el libro 2 de Altopía, que tendría que salir para la FIL 2023 o antes. Respecto a otros proyectos, tengo otra novela gráfica en gestación junto con otro buen amigo guionista que espero comience a ver la luz pronto. Aparte de eso, estoy dejando poco a poco el trabajo de administrar mi librería y me gustaría dedicar más tiempo a un proyecto educativo que tengo centrado en la formación de dibujantes.


- A.B.: “La traición” es el título del primero episodio de Altopía. Esta novela gráfica, en su conjunto, está pensada en 4 episodios. La apuesta es publicar periódicamente cada uno de estos episodios. Debido al trabajo moroso que requiere la producción de una historieta con estas características, estimamos que estaremos generado un nuevo episodio por año. Así que, para quienes gustan del cómic y el cyberpunk, Altopía tiene todavía un largo trayecto por recorrer. Y, como el buen vino, con los años se pondrá mejor.


Además, con el apoyo de la Fundación Internet Bolivia, hemos podido trabajar un cómic corto, titulado: Datachiri 2.0. Esta historieta, de apenas 8 páginas, es un spin-off de Altopía, y se presentó el 24 de agosto en el espacio Simón I. Patiño de la ciudad de La Paz. Ambientada en El Alto del año 2046, Datachiri 2.0 es una breve historia sobre el robo digital de datos e identidades personales. Este spin-off contará con una adaptación para drama sonoro que será difundida por Internews desde el mes de septiembre.

“Esta novela gráfica, en su conjunto, está pensada en 4 episodios. La apuesta es publicar periódicamente cada uno de estos episodios.”


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