En tránsito: la prosa poética de Veizaga
- gloria ardaya
- hace 6 días
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Una reseña del libro de cuentos de Karen Veizaga, en una nueva entrega de la serie “Autores leyendo autores”, una iniciativa de La Trini, 88 Grados y La Ramona en la que escritores de Editorial 3600 reseñan libros de sus colegas.

En tránsito es una obra escrita por la autora boliviana Karen Veizaga, publicada por la editorial 3600 de La Paz, que captura la complejidad de las transiciones humanas a través de una prosa reflexiva, poética y profundamente íntima. La autora nos sumerge en un mundo de incertidumbre, cambios y, sobre todo, de movimientos internos que atraviesan tanto al individuo como a la sociedad. En sus páginas, el concepto de “tránsito” se convierte —a mí juicio— en una metáfora poderosa que no solo se refiere al paso físico de un lugar a otro, sino que aborda los procesos emocionales y existenciales que acompañan a los personajes de los ocho cuentos.
Estructura y estilo narrativo
La obra está estructurada en ocho relatos que exploran las vivencias de varios personajes, cada uno de los cuales está en un proceso de transición, un tránsito literal o metafórico que les obliga a cuestionar su identidad, sus vínculos y su lugar en esta tierra. Este enfoque fragmentario permite a la autora ofrecer diferentes perspectivas sobre el mismo tema, creando una compleja red de experiencias que van desde las pérdidas, las violencias cotidianizadas y la relación entre mujeres envueltas en un rol afectivo.
La narrativa de Veizaga destaca por su capacidad para combinar la prosa directa con fragmentos poéticos que confieren a cada relato una textura emocional muy particular. En este sentido, encuentro que En tránsito es una obra que desafía la linealidad de la narración convencional. La autora prefiere una estructura no jerárquica, donde los relatos se entrelazan y se complementan, sin necesidad de seguir un orden cronológico estricto. Esta técnica refleja la propia naturaleza del tránsito: una serie de eventos que no siempre siguen un camino predecible, sino que son múltiples y contradictorios.
El uso de la poesía en algunos cuentos le da a la obra una cualidad lírica que invita al lector a detenerse y reflexionar sobre los momentos significativos de la vida. A través de imágenes sensoriales y metáforas complejas, Veizaga logra transmitir lo inefable de los sentimientos humanos, aquellos que habitualmente escapan a la lógica o a la comprensión convencional. La autora se desenvuelve con destreza en estos ocho relatos, alternando entre el lenguaje coloquial y la poesía, lo que enriquece la experiencia de lectura y permite una conexión más profunda con los cuentos.
Los temas del tránsito y la transformación
Uno de los elementos claves de En tránsito es su exploración del concepto de transformación. En una cultura de la inmediatez en la que los cambios son inevitables y desconcertantes, los personajes de Veizaga se encuentran constantemente en proceso de evolución. Sin embargo, esta transformación no es lineal ni siempre positiva. La autora nos muestra que el tránsito puede ser doloroso, incierto y confuso, y que a veces las transiciones no conducen a un destino claro, sino a la aceptación de la impermanencia y la fluidez de la existencia.
El "tránsito" en el libro se refiere no solo a los movimientos físicos, como los viajes o los desplazamientos, sino a los cambios internos, a los procesos de crecimiento personal, de aprendizaje, de pérdida y, sobre todo, de autodescubrimiento. A través de sus personajes, Veizaga aborda temas universales como la búsqueda de identidad, el desarraigo, la pertenencia y la reconciliación con el pasado. En un contexto como el boliviano, donde la migración interna y externa es una realidad cotidiana, estos temas adquieren una dimensión aún más profunda, ya que los personajes deben enfrentar no solo los cambios personales, sino también las dificultades que surgen de su relación con una sociedad cambiante.
Personajes y sus viajes internos
Cada uno de los personajes que habitan En tránsito son un reflejo de las tensiones y dilemas de la sociedad contemporánea. La autora da voz a una variedad de humanos, cada uno de ellos enfrentando su propio tránsito, ya sea un viaje físico que implica una migración, o una transición emocional que requiere una reinvención personal. A través de estos personajes, Veizaga muestra cómo las decisiones y los momentos de transición están siempre marcados por la incertidumbre, pero también por la posibilidad de encontrar algo nuevo, algo que transforma la vida y ofrece una nueva perspectiva. Mostrándonos con esto que somos humanos resilientes.
En un relato particularmente conmovedor, la protagonista debe lidiar con la pérdida de su padre y el proceso de duelo, lo que la lleva a emprender un viaje tanto físico como emocional. La autora describe con gran sensibilidad cómo el dolor y la tristeza se transforman en una forma de crecimiento y aceptación. Este relato, como muchos otros en En tránsito, refleja la paradoja del proceso de cambio: aunque las transiciones suelen estar acompañadas de sufrimiento, también nos brindan la oportunidad de reinventarnos, de descubrir una versión más madura y completa de nosotras mismas.
Suena Wasting love y es como si los cerros rojizos de manchas violáceas giraran cada vez más rápido, hasta desintegrarse. Y cae la lluvia. (14)
Otro de los relatos de la obra nos presenta a un personaje que se enfrenta a la soledad después de haber estado conviviendo en pareja. Este proceso —que no es fácil de asimilar— hace que, desde esa rabia que habita el personaje por la pérdida que está viviendo debido a una infidelidad, entre a planificar y buscar la venganza. El tema de la violencia en lo cotidiano y el conflicto de que el otro me pertenece, muestran una sensación de desconexión de la realidad en el personaje y el placer de la venganza.
Marcelo no pidió otra oportunidad, no le dijo que la amaba, no le propuso buscar una solución a lo que había sucedido. Alistó algunas de sus pertenencias y se fue. (70)
El contexto boliviano y su representación
Uno de los aspectos más destacados de En tránsito es cómo la autora, sin recurrir a un enfoque folclórico o a estereotipos, logra capturar la esencia de la sociedad boliviana. A través de sus personajes y de los escenarios que describe, Veizaga nos ofrece una mirada auténtica y contemporánea de Bolivia, abordando tanto los aspectos urbanos como rurales. La autora, habiendo vivido en diversos lugares, logra transmitir de manera profunda las tensiones que surgen entre la tradición y la modernidad, entre las distintas culturas que coexisten en el país.
Además, el contexto social y político de Bolivia también juega un papel importante en la obra. A lo largo de los relatos, la autora señala las dificultades que enfrentan muchas personas al tratar de encontrar su lugar en un mundo que cambia con rapidez, especialmente en un país como Bolivia, donde las luchas por la justicia social, la igualdad y la identidad siguen siendo fundamentales. El tránsito, en este sentido, no solo es personal, sino también colectivo, reflejando las migraciones internas, las crisis sociales y las transformaciones políticas que afectan a la sociedad boliviana.
La conexión con el lector o lectora
Una de las características más poderosas de En tránsito es su capacidad para conectar emocionalmente con el lector. A través de la vulnerabilidad de sus personajes y de la belleza de su prosa, Karen Veizaga crea una atmósfera que invita a la reflexión profunda sobre nuestra propia vida y los momentos de tránsito que todos enfrentamos. La obra no ofrece respuestas fáciles ni soluciones definitivas, sino que presenta el tránsito como un proceso continuo, una serie de momentos que nos definen y nos transforman a lo largo del tiempo.
Es una obra que habla sobre las contradicciones inherentes a la condición humana: el deseo de encontrar estabilidad en un mundo inestable, la lucha por encontrar sentido en medio del caos, y la constante búsqueda de identidad en un contexto cambiante. En este sentido, En tránsito se convierte en un espejo en el que el lector o lectora puede reconocerse, ya sea en las historias de los personajes o en las emociones que evocan.
Conclusión
En tránsito es una obra que, a través de su estilo único con un lenguaje coloquial y sus profundos temas, invita a reflexionar sobre el paso del tiempo, las transiciones personales y la naturaleza de los viajes humanos. Karen Veizaga logra transmitir la incertidumbre y lo maravilloso de estos momentos de cambio con una prosa que es tanto poética como accesible, logrando una conexión profunda con el lector o lectora. La obra es un viaje en sí misma, una exploración de las múltiples formas de tránsito que atraviesan nuestras vidas, desde lo más profundo y personal hasta lo más amplio y social.
Recomendado para quienes buscan una lectura que desafíe sus percepciones sobre la vida, el cambio y la identidad, En tránsito es una obra que no deja indiferente y que ofrece una visión rica y compleja de la condición humana en el contexto contemporáneo de nuestra Bolivia.
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