En esta entrevista exclusiva para La Trini la cantautora cubana Liuba María Hevia, quien visitó hace poco La Paz, habla sobre su experiencia en Bolivia y su pasado, presente y futuro musical.
- ¿Cómo evalúa la actualidad de la música cubana y especialmente de la Nueva Trova?
- Cuba es una potencia mundial en la música, como lo es Brasil y EEUU. Ha creado diversos géneros que se han universalizado. De ahí la cantidad de intérpretes y compositores de todo el mundo que han fusionado su música con las raíces de la música cubana.
La zona oriental de Cuba vio el inicio de la trova tradicional cubana en el último tercio del siglo XIX. En la década del 70 surge como una necesidad de renovación la Nueva Trova Cubana liderada por Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. La trova ocupa un lugar importante en la música cubana y goza de buena salud.
- ¿Cómo puede sintetizar su trayectoria como cantautora; qué cambió, qué permanece?
- Son más de 20 producciones discográficas. Comencé muy joven con el disco Coloreando la esperanza. Mi última producción es Canciones que no se extraviaron. Cada disco refleja, como suelo decir, las crónicas de mi vida. Vivo una etapa de madurez en muchos aspectos pero sigo comulgando con todo lo que creé en mis inicios de la misma manera que lo hago con esta etapa. Intento ser coherente con mi vida y creo que eso se refleja en mi obra.
- ¿Cuáles son sus impresiones de Bolivia? ¿Conocía la música boliviana?
- Había estado en Bolivia por primera vez en 1999. Sabía que regresaría a este país y Producciones R lo hizo posible en el Teatro Doña Albina de La Paz. Y otra vez me he ido con la certeza de que regresaré. Conocía algunos cantautores y grupos bolivianos, pero gracias a Quique Claros [N.d.R.: Gestor Cultural], pude descubrir la música del cantautor y guitarrista Willy Claure, gracias a este encuentro me adentré un poco más en las sonoridades bolivianas, hasta me atreví a cantar junto a él uno de sus temas. Esta vez me llevo la música andina en la piel y en el alma.
- ¿Cómo es el show que lleva actualmente de gira?
- Este año he elegido cantar los temas más emblemáticos de cada una de mis producciones desde mi primer disco hasta el último. Suelo hacer mis conciertos con una banda de entre cuatro y cinco músicos, pero también disfruto de conciertos más íntimos en los que solo me acompaña José Arnulfo Guerra con el bajo, la guitarra solista y el tres, e incluso suelo presentarme sola con mi guitarra, que al final es la esencia del quehacer trovador.
- ¿Está trabajando en nuevas canciones?, ¿háblenos un poco de su proceso creativo?
- Preparo el segundo volumen de Canciones que no se extraviaron que saldrá a finales de este año. Y estoy inmersa en el proceso creativo de nuevas canciones que quiero grabar en 2025. En cuanto al proceso creativo voy a citar lo que una vez expresé en este sentido: “la música llega casi siempre antes que la letra, y se produce un casamiento en el trayecto creativo, pero la verdad es que vivo en canciones, ellas son mis crónicas. En realidad, muchas veces no yo soy consciente de lo que va saliendo de mí. El acto de crear es un misterio, forma parte de una necesidad espiritual. El instinto y el corazón dicen la última palabra”.
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