La exhibición (des)figurativo de Diego Loayza Minaya está abierta en la galería Arte Talks Training del centro de la ciudad de La Paz hasta el 6 de noviembre. Este texto comenta e introduce al espectador en la experiencia artística que propone el pintor.
(des)figurativo es la nueva exposición de óleos de Diego Loayza Minaya. En esta colección se reafirma la posición del pintor que defiende la singularidad de un lenguaje situado en la delgada línea entre la obra pictórica como mímesis o ilustración de una realidad ajena a ella misma y el arte abstracto; formalismo desprovisto de materia, de cuerpo, de carne. En esa línea, esa tradición, es posible –como pretenden evidenciar estos estudios trabajados principalmente entre 2010 y 2020– encontrar un pacto inalienable entre la representación y lo representado, entre la imagen del motivo y el motivo mismo; la pesquisa en esta muestra busca consolidar ese lazo irreductible capaz de unir estos dos polos del símbolo visual en una síntesis que revele “realidades pictóricas puras”, inaccesibles por otro medio que no sea el que provee el óleo y sus múltiples posibilidades plásticas.
La figura, alfa y omega en la obra de Loayza Minaya, se halla libre de “representar” o “significar” algo exterior a la disposición de colores y pigmentos que le dan cuerpo en la superficie del lienzo; los rostros, los cuerpos, no obedecen a un canon de representación académico y, en eso, manifiestan sin pudor una rebeldía o inconformidad. Sin embargo, mantienen el anhelo clásico de “encerrar”, en los límites de un cuadro, de un artificio, una travesía visual, una poiesis sensorial. No hay una fórmula para la belleza, sólo una búsqueda frenética de esta cualidad huidiza de la experiencia vital que comparte con lo monstruoso el atributo de ser innombrable, inmune a la categorización. En ese intersticio entre lo monstruoso y lo bello, entre la ilustración y la abstracción, Diego Loayza Minaya pretende atravesar el campo de la psiquis y de lo inteligible para tocar más adentro en la experiencia de quien contemple su propuesta plástica.
Interpretación académica y artística de (Des)figurativo
Alcance académico: (des)figurativo explora la tensión entre la representación de la figura humana y la deconstrucción de la misma dentro de una estética que transita entre la figuración y la abstracción. Loayza Minaya juega con el concepto de la “figura” como objeto tradicionalmente interpretado y reconocido, cuestionando su relación con la realidad y el lenguaje pictórico. La obra aborda el dilema filosófico y estético de si el arte debe representar o deconstruir la realidad visual, logrando una síntesis entre ambas posturas. Esto es relevante en el contexto académico, ya que la obra invita a una reflexión profunda sobre la percepción visual y el simbolismo dentro del arte contemporáneo, donde lo figurativo se cuestiona y se reconfigura.
Intención del artista
Loayza Minaya propone que la figura humana y los elementos formales en su obra no están subordinados a significados externos, sino que emergen como entes autónomos en su búsqueda de belleza y expresividad. La obra no pretende imitar la realidad ni ofrecer una abstracción pura, sino navegar en ese espacio intermedio donde los pigmentos y formas buscan tocar lo inefable, aquello que no puede ser nombrado ni clasificado. En (des)figurativo, el artista desafía al espectador a abandonar los cánones tradicionales de representación y a involucrarse en una experiencia sensorial y emocional que evoca lo bello y lo monstruoso a partes iguales. La propuesta es un viaje visual que no busca respuestas fáciles, sino un espacio de contemplación profunda y abierta a la interpretación.
Este enfoque crea una obra multidimensional que habla tanto del potencial de la pintura al óleo como medio, como de la capacidad del arte para generar una conexión con lo que está más allá de lo visible, tocando lo inconsciente y lo simbólico.
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